
Este castillo, construido en el año 960, es una de las joyas históricas de Tarifa. Ofrece una vista impresionante del Estrecho de Gibraltar y Marruecos en días despejados, y su arquitectura es un testimonio de la época medieval. La fortaleza también fue escenario de la legendaria defensa de Guzmán el Bueno, quien sacrificó a su propio hijo para mantener la ciudad libre de invasores. Sus robustas murallas, torres de vigilancia y el emblemático patio de armas reflejan su importancia defensiva. Hoy en día, es un destino ideal para explorar la historia y disfrutar de sus vistas estratégicas, que conectan visualmente Europa y África.